Tipos de Aborto
Existen
dos tipos de abortos: el espontáneo o natural, y el inducido.
El aborto
inducido, en cambio, es aquel provocado adrede con el objetivo de eliminar el
feto, ya sea con asistencia médica o sin ella. Se calcula que cerca de 46
millones de mujeres al año recurren a esta práctica en todo el mundo. De ese
total, cerca de 20 millones practican abortos inseguros, que ponen en riesgo la
vida de la mujer. En el caso de que el aborto sea inducido y mediante la
asistencia médica necesaria hay que subrayar que este sigue diversos
procedimientos que suponen que se acometan con todas las garantías para la
paciente. Así, en los centros médicos que vayan a realizar la operación se
siguen una serie de pasos vitales y previos como son la recogida de datos, la
ecografía, el análisis, la consulta psicosomática y el consabido y necesario
reconocimiento médico. Estos pasos también son los que se acometen en pacientes
que se encuentran en el segundo trimestre quienes de forma habitual son sometidas
a la técnica de dilatación y evacuación. Un procedimiento que se caracteriza,
entre otras cosas, porque es poco lesiva para la mujer lo que supone que
incluso el mismo día de la intervención se pueda marchar a su casa sin
necesidad de tener que quedar hospitalizada.
Asimismo,
a los tipos de aborto mencionados hay que añadir también el que se conoce como
aborto farmacológico que se basa en el empleo de la mifepristona o RU 486. Una
medicación esta que, de manera frecuente, necesita complementarse de apoyo de
tipo instrumental, en concreto con lo que se conoce como raspado. De igual
forma es importante subrayar que la mujer que ingiera dicho fármaco debe ser
consciente del conjunto de síntomas que tendrá y que se asemejan a los que
sufre toda fémina que tiene un aborto de tipo espontáneo. Entre ellos se pueden
encontrar hemorragias, dolores fuertes de tipo menstrual, vómitos, diarreas o
fiebre.
La mayoría de las legislaciones nacionales distingue entre dos clases
de abortos inducidos: los terapéuticos y los electivos.
Los abortos
terapéuticos se justifican a partir de la intención de preservar la vida de la
madre que, en caso de continuar el embarazo o producirse el nacimiento, podría
estar en riesgo de vida. Este tipo de aborto también es ordenado por un médico
cuando el bebé por nacer acarrea una enfermedad genética o congénita de
gravedad.
Los abortos electivos, en cambio, suelen ser decididos cuando el
embarazo es causado por un delito sexual (una violación) o cuando la mujer no
puede o no desea mantener a su hijo por razones económicas y sociales. En la
mayoría de los países, esta práctica está prohibida por la ley con la excepción
de unos pocos casos (violación de una menor de edad, por ejemplo).

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